Hola Brigitte,
La última consulta por el momento. Cada vez que veo a mis padres me siento como la niña que fui, y que no ha evolucionado. Se repiten las mismas situaciones y reacciono de la misma manera: enfado interno y frustración, por las situaciones que viví y que de alguna manera se vuelven a repetir (y no poder cambiar mis sentimientos de entonces)….me aislo con ellos…Por eso, aunque les echo de menos pues casi no nos vemos, no quiero ir a verles en vacaciones. Ellos cada vez están más mayores, creo que debería ir, aprovechar y pasar tiempo con ellos (esta es la voz que he escuchado siempre) pero la realidad es que no quiero ir. Y me siento culpable. Pero me resulta muy difícil volver a revivir esos sentimientos. Las preguntas son como transformar mi actitud de enfado, frustración y aislamiento en otras más agradecidas. También quería saber qué diferencia hay entre compensar una culpa y expiarla o sacrificarse.
Muchas gracias de nuevo, un abrazo fuerte.
Hola Raquel,
el pasado pasado está.
La culpa sólo la siente los niños. En la culpa no hay amor, únicamente preocupación por uno mismo.
El adulto asume lo que hace, asume las consecuencias, mira a los demás y a si mismo con compasión y decide reparar lo que está en sus manos reparar. El adulto no vive ni culpa ni expiación ni sacrificio.
No se compensa una culpa, se compensa el daño hecho, asumiéndolo y decidiendo actuar de otra manera.
La expiación y el sacrificio son reacciones del ego desprovistas de amor.
Te ayudará encontrar tu sitio real con «Encontrar nuestro lugar» y luego «Ver a los padres como una unidad».
¡Suerte!
Muy cordialmente