Querida Brigitte, estoy viviendo un episodio de celos fuerte. Testé la otra noche con papeles boca abajo qué tipo de celos eran y al ponerme en mis celos estos miraron exclusivamente a «celos heredados de un/a ancestro». Al constelarlos, no tuve permiso para poner al ancestro directamente, de modo que puse a mis celos y luego me puse donde estos miraban. Inmediatamente miré como a dos campos mórficos muy grandes delante de mi, uno a mi derecha y otro a mi izquierda, separados, y mi mirada iba de uno a otro, aunque lo sentí como si fuera yo de niña, muy pequeña, mirando a mis padres, quizá tomando de ellos aquellos celos. Desde mi yo cuántico dije las frases apropiadas, asumiendo mi responsabilidad como adulta, y que ya he crecido y también agradeciendome y queriendome. Los celos desaparecieron. El caso es que los estoy viviendo, y no consigo apartar de mi mente la escena, o la percepción, que me provocó los celos. No tengo duda de que él me quiere y mucho, pero tengo miedo de estar en una de esas relaciones en que la pareja es tomada como madre e instintivamente se busca por tanto a otra que haga de pareja. Cuando testé los tipos de celos con el resultado mencionado, al ponerme en los «celos fundados», a estos se les doblaron las rodillas sin poder apartar la mirada de su foto. ¿Qué pudo indicarme aquello? Lo desestime en ese momento, pero no se me va de la cabeza. Estoy preocupada porque sé que he hecho de madre en el pasado y a veces observo en mí la tendencia a hacerlo, cuando le invito yo etc. También me planteo que quizá es la dinámica de un deseo profundo de tener hijos lo que hay detrás, hijos que yo no le puedo dar. Gracias siempre por tu enorme ayuda Brigitte, y por el tremendo crecimiento que nos brindas. Un abrazo grande.
P.S.: Ahora, dos días después, lo estoy experimentando como un dejar ir, una humildad, un darme cuenta de que mi pareja no me pertenece, y de que le amo y amo su libertad de ser quien es, como es, y su camino, y agradecer el tiempo que podamos estar juntos, dure lo que dure, aceptando el final y la propia muerte.
querida María,
tu Post Scriptum es muy bueno, has reencauzado los celos que te venían de atrás, gracias a él. Del ego al amor adulto. Enhorabuena!
Gracias siempre Brigitte