Hola, tengo un problema con el padre de mi hija y me siento bloqueada. El es 31 años mayor que yo, es un terapeuta reconocido que se puso en contacto conmigo en un momento en el que yo estaba pasando una crisis muy grande a raíz de la ruptura con mi pareja anterior. A partir de este encuentro nació una relación nueva de pareja y en pocos meses me quede embarazada. Durante el embarazo bajo mi deseo sexual y su olor corporal me resultaba desagradable, a raíz de esto la relación empezó a complicarse hasta que finalmente se rompió a los pocos meses de nacer nuestro bebe. Durante esta crisis de pareja yo tuve un sueño de abuso sexual del que me desperté sintiendo nauseas y a los pocos días el recuerdo del padre de mi hija me despertaba un profundo rechazo y asco. Este acontecimiento fue el detonante de la ruptura, yo sentía que él había abusado de mi y al contárselo el me confeso que tuvo abusos sexuales en su infancia. Desde entonces no nos hemos vuelto a poner prácticamente en contacto. Quise quedar con el para llegar a un acuerdo para con nuestra hija pero me daba esquinazo. Me puse en contacto con una abogada y a través de nuestros abogados llegamos a un acuerdo, pero no lo cumplió ni lo firmo. Su abogada renunció a continuar representándole. Y desde entonces no tengo noticias nuevas.
No se que hacer porque por un lado siento un rechazo muy violento y me gustaría que este señor estuviera fuera de mi vida, y por otro me preocupa las necesidades de nuestra hija.
Guardia y custodia
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Hola Lourdes,
primero se trata de liberar ese rechazo hacia el padre de tu hija. Gran parte viene de tu propio enfado contra ti misma por haber consentido a esta relación.
Entonces, vas a recordar los primeros momentos de vuestra relación, para poder llegar a decirle lo siguiente:
– gracias por tu amor
– yo también te ame
– gracias por nuestra hija
– asumo mi parte de responsabilidad en nuestra relación y en nuestra separación
Para tu hija: la imaginas enfrente de ti y le dices «eres nuestra hija, somos tus padres, te pareces a él tanto como te pareces a mi, en ti veo, aprecio y honro a tu padre.»
También existe una intrincación con un drama del pasado y la irás aliviando haciendo el ejercicio «Frente a un síntoma mío», poniendo tu rechazo como síntoma.
Y para que tu vida se pueda encauzar lo mejor posible ahora, harás esos dos ejercicios:
– «Encontrar nuestro lugar»
– «Ver a los padres como una unidad».