Quería consultarte por un importante tema que sigo sin lograr ver. He tratado de resolverlo por mi misma, de muchas maneras pero sigo sin poder dar el paso. Por un lado , siento que necesito volver a mi país para poder continuar con mi vida real hacia adelante pero eso implicaría «pagar el precio de volver sin pareja».
Y si tomo la otra opción , quedándome donde estoy y por tanto, seguir con mi pareja , siento que el otro precio sería no volver a mi país una vez que tengamos hijos o en caso de volver , regresar sin el padre.
Se me esta haciendo terriblemente difícil tomar una decisión hasta tal punto que estoy manteniendo nuestra relación en un estado de parálisis y estancamiento .
Estoy siendo una total perpetradora con mi pareja, hasta tal punto que desde hace bastante tiempo ya ni siquiera mantengo relaciones por miedo a que un embarazo imprevisto me impida poder regresar a mi país por las leyes que impiden que los hijos sean separados de sus padres hasta una determinada edad.
Durante este último año, hice varios ejercicios sobre expectativas entre otros muchos , lo he constelado grupalmente pero sigo sin dar un paso.
Mi deseo más profundo siempre fue tener una pareja unida y formar mi propia familia y sin embargo siento que esto es mucho más grande y que escapa de mi . Respecto a la relación de mi pareja con mis padres a pesar de que llevamos varios años conviviendo juntos , ellos a penas se conocen y no tienen tampoco interés en conocerse mutuamente , nos relacionamos con la suya . Gracias por tu tiempo.
querida Laura,
ya has dado una respuesta: la de no arriesgarte a nada, con lo cual lo vas a perder todo. TODO.
En la vida no es posible tener a la vez los beneficios de la niñez, o de la dependencia con los padres y los beneficios del adulto que quiere ser feliz en pareja y crear una familia.
La grandeza y la felicidad vienen precisamente de comprometerse con algo y renunciar a lo demás.
Un abrazo