En esta ocasión te quiero preguntar, que, entendiendo que el movimiento de amor interrumpido, consiste en la interrupción del contacto físico con la madre en una etapa anterior a los cinco años y que la interrupción de este contacto incluye causas justificadas como puede ser el ingreso del menor en un hospital.
A partir de ahí me surge la pregunta de qué es lo que sucede en los casos en los que no ha habido interrupción física en el contacto con la madre, pero qué sucede en aquellas situaciones en que la madre, por sus propias circunstancias, carencias o cargas no permanece accesible emocionalmente para el contacto y la relación con los hijos.
¿Esto es un trauma? ¿Cómo subsanar los problemas emocionales derivados del hecho de que la madre o el padre, por sus propias cargas o carencias, no han podido estar disponibles emocionalmente para los hijos, aunque no haya habido “movimiento de amor interrumpido”?
Muchísimas gracias por todo, una vez más
Buenos días Brigitte. No había podido tener presente (aún no había podido ser consciente)que todo el trabajo sistémico y de cosntelación, contribuye a nuestra sanación…Y A LA SANACIÓN DE NUESTROS PADRES…
Pero tal y como lo leí…me han venido imgágenes de mi madre que me devuleven esto mismo, que se encuentra mejor, más sonriente, más activa, más disponible…He recordado incluso una conversación que tuvimos en Navidad y en la que se expnía de forma crítica para que yo le ofreciese mi opinión sobre ella…y el resultado fue asombroso…el resultado de la conversación y los efectos que tuvo.
Y el domingo entré en casa y dije que me encontraba cansada…Poco después me dijo…»Ya, ya lo sé, tienes mala cara». Sentí «que me veía»…y que me lo decía…donde nunca antes lo había sentido…
Me emociono y por eso te comparto esto…
También había pasado por alto el habitual origen de las neurosis…
Muchísimas gracias Brigitte…Siento que cada día crezco, maduro y me sano un paso más.
Muy cordialmente…
Buenos días,
ningún padre es perfecto, todos tienen, y tenemos, frustraciones y conflictos sin resolver que impiden la disponibilidad a los hijos.
Este es el camino de cada hijo.
Esta situación, a veces crea traumas. Muy a menudo el hijo resuelve esta distancia afectiva de los padres con una neurosis.
La gran solución que nos aporta la visión sistémica, es que todo está bien como es. Todo está al servicio de la vida, al servicio del sistema.
La sanación de la infancia empieza cuando asentimos incondicionalmente a lo que pudo pasar.
Y por añadidura, nos sanamos y se sanan nuestros padres…
Los ejercicios que aquí ayudan a ello son:
– Encontrar nuestro lugar
– Ver a los padres como una unidad
Muy cordialmente