Asistí al último taller sobre pareja porque veía que en mi pareja falta el pilar de la sexualidad, y sin embargo seguimos adelante, guiados por qué sé yo.
Llevamos juntos 1 año, todo ese año viviendo en mi casa. Desde el principio noté que él no estaba muy por el sexo, y las veces que lo hacemos lo fuerzo yo, y la mayoría de las veces que lo intento me rechaza, por lo que me siento humillada y despreciada por esto.
En lo demás, él es un hombre maravilloso, noble y siempre está ahí; noto que me quiere de verdad.
No tenemos hijos.
Yo tengo un perro y para él es una excusa más de por qué no hay relaciones sexuales entre nosotros, porque el perro condiciona mucho el horario. Pero si dejo el perro en un hotel canino el fin de semana, tampoco hay sexo. El perro estaba en casa antes que él pero él no lo acepta, cada dos por tres me pide que me deshaga de él. Y para mí el perro es como mi hijo.
Yo lo que hago desde que hicimos el taller es pensar: «Gracias por ser como eres», pero lo cierto es que cada vez más sueño con otros hombres, y me pregunto si no tendría que dejar esta relación y buscar una distinta. Estoy un poco cansada de esto; he tenido muchas relaciones…
Agradecería muchísimo una pista sobre cómo llevar esto. Gracias, Brigitte.
Bueno, yo la verdad es que hice los ejercicios que conocías de lo que citas. No me sentí superior a él, sin embargo, sentía mucha ira hacia él.
En el caso del perro, estaba mirando a un ancestro, que a su vez miraba a otro. Este otro tenía mucho miedo, estaba temblando, y luego me miró a mí.
Ahora tenemos la opción de irnos a vivir a una casa de su familia, y que él siente como suya. Pero hay algo: me da un miedo atroz. Me da la sensación de que está llena de fantasmas que pueden hablarme, aparecerse… Me dan pánico. No sé muy bien cómo tomar esto… ¿Alguna sugerencia, Brigitte?
Muchas gracias de antemano.
Los fantasmas existen mientras se les tiene miedo. Son excluidos que necesitan ser vistos con amor por alguien. Nada más…
Hola,
si la pareja vive en casa de la mujer, el hombre no se siente respetado, y pierde la atracción.
Haz el ejercicio de poner dos papeles uno enfrente del otro, uno para ti y otro para él. Ponte alternativamente en cada uno para sentir lo que hay. Verás que tú te sientes más grande que él, y verás también el movimiento y las miradas de cada uno.
Tu perro está a vuestro servicio, está después que él. No es un hijo tuyo.
Puedes hacer este ejercicio: tú frente a tu perro. Y ahí donde mire el perro sabes que hay un excluido. Te pondrás en cada uno de los que van saliendo, hasta que todo quede en paz y que tú y tu perro estéis más comodos…
Si ahora te separas, vas a seguir con el mismo patrón, no encontrarás nunca a «la pareja».
Para dejar atras este patrón puedes hacer los tres ejercicios siguientes (dejando pasar unos días antes de hacer el siguiente):
– ejercicio de PNL: «ordenar nuesta vida»
– ejercicio sistémico: «encontrar nuestro lugar»
– ejercicio sistémico: «ver a los padres como una unidad»
@Brigitte
Querida Brigitte, esto que comentas en el primer párrafo, ¿significa pues que el major afrodisíaco es respetar al hombre? Lo que se revela con las constelaciones me tiene constantemente boquiabierta!
Por un lado, en efecto, respetar al hombre. Pero sobre todo tomar a la madre, identificarse con todas las mujeres del sistema: madres, abuelas, bisabuelas, pues todas vivieron la sexualidad…