Querida Brigitte, ¿qué me dice que ante determinadas personas (como mi pareja, con quien llevo poco tiempo), a menudo me quedo con la mente en blanco, sin ser capaz de dar conversación?. Es como si hubiese ahí un elemento de timidez que no me logro sacudir (siento que con mi timidez provoco timidez en el otro), a veces lo experimento como que se me queda la mente en blanco (ante preguntas como «qué tal tu día» se me olvida todo lo que he hecho ese día, por ejemplo). ¿Qué puedo hacer para solucionar esto? Gracias siempre por tu ayuda y feliz entrada de año, un abrazo grande.
P.S.: Añadir que antes me daban como ataques de pánico (yo lo llamaba de «timidez», un malestar terrible de pronto con mucho dolor anímico y necesidad de desaparecer de situaciones sociales). Tras constelarlo contigo hace años fueron remitiendo de manera sorprendente y no me han vuelto a dar (gracias siempre Brigitte). Siento que la timidez que experimento con mi pareja (llevamos juntos un mes escaso), o con potenciales amistades, es una secuela, y me agobia un poco, me entristece esta barrera, si bien ya procuro agradecerla aunque no entienda (es una barrera antigua, me pasaba también cuando era pequeña; también en el colegio fui «victima» de mobbing, que ahora en cierto modo soy capaz de agradecer, pues me ha hecho independiente y creo que poco gregaria, pero me quedo un poco «aplatanada» en situaciones sociales, y me gustaría cambiarlo, ser más espontánea, más natural, más yo, más cercana, poder confiar más).
querida María,
detrás de la mente que se queda en blanco hay un trauma, olvidado, y a la vez miedo y energía asesina. El ejercicio «integrar un trauma no conflicto» te podría ayudar.
Un abrazo