Hola Brigitte, ando un tanto sorprendida con el nuevo artículo del blog «la mirada sanadora», en concreto sobre como al enviar energía a otros nos ponemos por encima de ellos y les quitamos fuerza. He experimentado recientemente en el Instituto como efectivamente cuando tratamos de «ayudar» a otros el resultado es que el otro pierde fuerza y se siente molesto con nosotros porque no se siente respetado. Y también he observado como al intentar ayudar para que la situación del otro cambie, potenciamos el efecto contrario.
Entonces, yo aprendí diferentes terapias energéticas: Reiki, Sanación Reconectiva, Energía Universal o Toques Zen …
En éstos años las he empleado con personas, plantas animales… Al principio, ahora lo veo, desde una posición de superioridad, luego, he ido aprendiendo. Durante un tiempo renuncié de emplearlas con personas más grandes que yo, como mi madre.
Pero útilmente, mi abuelo paterno ha estado enfermo, y en situaciones de emergencia sí he vuelto a utilizar la sanación con energía. Hace poco, le tuvieron que operar de urgencia y utilicé la sanación energética a distancia y también presencialmente. Pase una noche con él en el hospital, y ahí me centré en tener presente a sus padres (mis bisabuelos) y la unión entre ellos que creó la vida de mi abuelo. Creo que esto le dio fuerza.
Al día siguiente hicieron unas pruebas para ver la evolución de mi abuelo, y los médicos estaban gratamente sorprendidos de como estaba reaccionando mi abuelo con sus 91 años!
Por otro lado, a veces me sucede que sin querer, comienza a salirme la energía de sanación a través de las manos… por ejemplo paseando por la calle, y a veces siento que se dirige a personas concretas que están pasando a mi lado. La mayoría de las veces este flujo de energía espontánea, a sucedido con personas que tenían problemas de movilidad o estaban en silla de ruedas. Si estas situaciones pertenece al destino de las personas, como integro éste flujo espontaneo de energía con el respeto del destino de los otros?
Estoy un poco confundida y no sé muy bien como usar ésta energía que me fluye de forma natural de las manos, sin influir en el destino de otros. Como podría integrarlo todo? Podrías ayudarme a aclara un poco todo esto?
Muchísimas Gracias Brigitte
Hola Marta,
tú misma has vivido la diferencia: cuando estamos por encima de la persona, o cuando estamos al servicio, dejándonos guiar.
Entonces, este ejercicio de la mirada sanadora es una metáfora de nuestra actitud en la vida real. El que toca al otro en el ejercicio no le respeta, el que sólo le mira – en el ejercicio, es alguien que como tú está al servicio del destino, utilizando en la vida real las herramientas que conoce.
Muy cordialmente