De nuevo me gustaría preguntarte en esta ocasión sobre el tema de ruidos molestos que ocasionan algunos vecinos en pisos comunitarios.
Hace más de un año que vinieron a vivir en régimen de alquiler una pareja joven, (gato incluido) al piso superior de dónde habito.
Lo cierto es que el amplio repertorio de ruidos que ocasionan a cualquier hora, (golpes, discusiones, portazos, animal corriendo, etc.,) me está produciendo una mezcla de depresión y desánimo (también tengo algo de hipertensión que en parte creo puede ser debido a lo mismo), al no vislumbrar una posible solución.
La policía municipal les ha avisado en varias ocasiones, pero continúan las molestias de ruidos.
Pienso que algo o mucho puede tener que ver este desánimo y esta situación con la relación que mantuvieron mis padres, ya que durante años se peleaban casi a diario.
Decir también que mi padre participó en la guerra civil española de 1936.
Si pudieras sugerirme algún ejercicio, visualización, reflexión…, para suavizar un poco todo esto, te lo agradezco infinito.
Muchas gracias
Bart
¡Hola Bart!
Tu padre era fiel a su sistema familiar al pelearse con tu madre, y tu madre era fiel a su propio sistema al pelearse con tu padre.
Y tú, fusión de los dos, eres el que puede reconciliarlos en tu corazón.
– «soy tú y tú«.
– «Papá soy igual que tú, mamá soy igual que tú«.
Cierra los ojos e imagina la rama materna y la rama paterna delante de tí.
Miras a la madre de tu madre y te inclinas profundamente ante ella. Percibes a todas las madres de esta rama, te sientes mucho más pequeño que ellas y les dices «veo vuestra carga, vuestro sufrimiento y vuestro resentimiento«.
Miras al padre de tu padre y te inclinas profundamente ante él. Ves a todos los hombres de la rama paterna, sintiéndote más pequeño que ellos, y les dices «veo vuestra soledad y vuestro enfado«.
«Os pertenezco a todos.
Gracias por la vida que me habéis dado«.
Internamente a tus vecinos:
«Lo hacéis por mi. Gracias«.