He estado dudando si escribirte porque lo que ahora estoy viviendo es tan difícil para mi que no tengo una buena perspectiva. Me siento como si estuviera dentro de una gran lavadora, centrifugándome.
A nivel emocional no me siento bien… y el martes anterior sentía tanto dolor en el pecho que creía estar teniendo un infarto. No tenía fuerzas ni para ir a buscar el teléfono, y apenas me salía un hilo de voz. Finalmente llamé a urgencias de mi servicio médico y me mandaron una ambulancia medicalizada. Me hicieron un electro en el salón de casa, me aplicaron nitroglicerina bajo la lengua, y perdí el conocimiento. Por supuesto me llevaron al hospital.
Por fin resultó que no era mi corazón, sino una bestial inflamacióne irritación en todo mi esófago. Me indicaron reposo, algo para el esófago y una medicación suave para el estrés.
Mis hijas me acompañaron todo el tiempo, y cuando vi llegar a mi hija mayor (con la que hemos tenido una relacion complicada que poco a poco va sanando) las lágrimas me brotaban a mares sin que pudiera contenerlas. Fue difícil para mi que se me viera en ese estado de fragilidad… y fue muy bello ver como corrió para estar conmigo.
Las extracciones de sangre me han dejado el brazo derecho completamente negro de hematomas y muy dolorido, tanto a la altura del codo, como a la altura de la muñeca, y tengo dolor de cabeza casi todo el tiempo.
En general, en todo momento mi sensación de hace varias semanas es de no poder más, de no disponer de más fuerzas para luchar. A menudo pienso en la muerte como en una salida. No es que piense en matarme, sino en dejarme ir para poder descansar de una vez. La frase que me viene con frecuencia es «no puedo más».
No se si recordarás, hace un tiempo tuve obras muy ruidosas por todas partes (el ascensor, mi cocina, los vecinos). Esto se había calmado, pero ahora hay nuevas obras pegadas a la pared de mi casa, así que es imposible reposar, trabajar, estudiar o simplemente comer: están taladrando todo el día y vibra toda la casa desde la mañana hasta la noche.
Lo que siento es que todo lo que quiero es vivir una vida serena y sencilla, y sólo hay ruidos y agitación a mi alrededor. Esta nueva obra afecta mi consulta (y con ello mis ingresos), otras áreas de mi trabajo, mi tranquilidad, mis posibilidades de recuperarme, mi lectura, mi descanso… siento que estoy viviendo una especie de infierno, aunque intento hacer como que no pasa nada.
Hoy me he dado cuenta de que me siento atrapada, sin salida: si quisiera mudarme no podría porque todas estas obras ruidosas han afectado mi bolsillo (mi agenda queda reducida a las horas en las que no están los obreros)… y si me quedo me hundo cada vez más porque la nueva obra es un edificio nuevo, y va a durar unos dos años. Aunque me muestro exteriormente tranquila… interiormente me siento cada vez más débil y con una perspectiva más reducida, debido al estrés permanente y al cúmulo de problemas prácticos.
¿Podrías por favor señalarme lo que no veo para poder iniciar un movimiento hacia alguna salida? ¿Qué me está pasando? Estoy un poco desolada…
Gracias, siempre.
Hola Brigitte,
Gracias por esta respuesta.
En su dia no pude decir nada porque me sentia muy debilitada, con la sensación de no poder hablar. Como si estuviera «muy lejos» de todo.
Pero en todos estos días sabía que regresaría al foro a decir unas gracias verdaderas.
Este es el momento, y por eso ahora te agradezco como siempre todo lo que das.
Un abrazo también para ti.
Hola Pilar, el modo en el que vivimos lo elegimos nosotros. Puedes decidir darle al botón de PAZ…
Hellinger nos dice que sólo existen dos movimientos en la vida: uno hacia la muerte, de repetición, añoranza, queja, crítica, etc. y otro hacia la vida, tomando lo que hay como una nueva oportunidad. Por lo que nadie,ni nada, puede hacer daño a otra persona adulta. Todo depende de cómo lo toma la persona.
Lo mismo nos dice la biología: las células sólo siguen dos órdenes posibles: la de la protección o la de la apertura.
En el modo protección, todo se cierra al máximo, se restringe la respiración, la comunicación, la nutrición, el movimiento y su final es el agotamiento y la muerte.
En términos psicológicos hablaremos de resistencia: resistir, ir en contra de la realidad sólo puede producir agotamiento.
En el modo apertura, toda la biología de la persona está al máximo de sus capacidades, es toda creatividad y fuerza, está en continua adaptación y renovación.
Querida Pilar, entonces creo que lo ves todo. Se trata de asentir a la situación. De ahí te vendrá la fuerza para adaptarte con creatividad y amor.
Un abrazo